Nos quedamos esperando
- laotracaradelaisla
- 28 may 2015
- 4 Min. de lectura

Me han dicho que habéis venido, pero no os hemos visto.
Cuando el 7 de abril de 2001, el Cuartel de Instrucción de Marinería cerró sus puertas, la Isla se separó de vosotros, y desde entonces os ha echado de menos. Cuando de un plumazo, la Escuela de Tiro Naval Janer fue trasladada al Ferrol, a pesar que desde 1961 prestaba muy buenos servicios en la ciudad de San Fernando, la Isla perdió a sus alumnos artilleros, y desde entonces los ha echado de menos. Cuando el 8 de julio de 2004 una decisión, cuando menos discutible, dejó a la Isla sin la condición de Capitanía de la Zona Marítima del Estrecho, la Isla perdió sus mozos, y desde entonces los ha echado de menos. Cuando por fin un cacique decidió llevarse la Escuela de aplicación de Infantería de Marina, a su tierra, poniendo fin a más de siglo y medio de docencia en la ciudad, la Isla se quedó sin sus Especialistas, sin sus alumnos de franja grana, y desde entonces los ha echado de menos. Cuando un triste día 31 de diciembre de 2001, la Isla licenció al último de sus militares de reemplazo obligatorio, la Isla perdió una parte importante de su alma, y desde entonces deambula sin rumbo en su búsqueda.
Hoy me han dicho que una pequeña parte de aquellos que se fueron, han vuelto, pero no los hemos visto, me han dicho que un grupo de ex infantes de marina han estado en la Isla para recordar viejos tiempos, me han dicho que han visitado alguno de los cuarteles en los que sirvieron a su patria con dedicación y orgullo, me han dicho que han estado aquí, pero la Isla no se ha enterado. Si la Isla se hubiera enterado se habría engalanado para recibiros, si la ciudad que en el pasado, cuando estabais lejos de casa os abrió sus brazos para acogeros, os los habría vuelto a abrir, los bares que tanta hambre y tantas penas os quitaron habrían estado abiertos para vosotros, algunos ya no existen claro, los tiempos han cambiado y algunos no pudieron soportar vuestra ausencia, pero los que quedan de aquellos tiempos os habrían vuelto a preparar las ballenas y los minis que llenaron vuestro ocio, las discotecas donde tantas tardes de franco paseo disfrutasteis, habrían hecho sonar la música que os hizo olvidar la lejanía de vuestros hogares, incluso las muchachas a las que sin pudor piropeasteis, las que a pesar de las advertencias de sus madres, os abrieron el corazón, y dejaron que les robarais algún que otro beso, incluso ellas os habrían recibido con alegría.
Qué pena no haberlo sabido, pues de habernos enterado con tiempo, habríamos insistido ante nuestros gobernantes para que os prepararan algo digno de vosotros, algo como lo que un día la Plataforma Ciudadana la Otra Cara de la Isla tenía planeado, una jornada en la que los cuarteles, los pocos que quedan, el TEAR, la Carraca, la ESUBO, el CIR 16 (hoy CEFOT 2), el Regimiento de Artillería, el Museo Naval, (antes Capitanía) habrían abierto sus puertas para vosotros; una jornada en la que la gente de la Isla se hubiera echado a la calle a daros la bienvenida, a recordaros como hijos pródigos, a agradeceros el esfuerzo que en su día realizasteis en el servicio a España, una jornada en la que os hubiéramos hecho formar en la Plaza del ayuntamiento, para que las Fuerzas Armadas, esas a las que pertenecisteis, os rindieran homenaje, y la ciudad de San Fernando os aclamara como hijos suyos que sois, la Plataforma había hablado con la Asociación Isleña de Hostelería y Turismo, para que sus locales estuvieran abiertos y especialmente engalanados para vosotros, incluso teníamos previsto un descuento especial para aquellos que enseñarais vuestra “Blanca”, algunos estaban incluso dispuestos a vestir a sus empleados con los uniformes que tan orgullosamente lucisteis. La Plataforma había coordinado con la Fundación Legado de las Cortes, hiciera que su Guardia Salinera, heredera de aquellos que siendo como vosotros, soldados de leva obligatoria, dieron sus vidas en defensa de la unidad de España, bajo una sola Bandera y sirviendo a un solo Rey, cuando toda España era una Isla, pues esa Guardia Salinera estaba dispuesta a patrullar las calles de San Fernando para daros la bienvenida, montando guardia en los edificios constitucionales, para que pudierais visitarlos. Teníamos previsto que izarais y arriarais la bandera en vuestro día. Hablamos para que tuvierais precios especiales en los hoteles del municipio, para que os hicieran precios exclusivos en los bares y restaurantes. Llegamos a plantearnos que acompañarais el Cortejo de la Virgen del Carmen en su Salida Procesional por las Calles de la Isla.
Teníamos todos los permisos, todas las ganas, todos los proyectos, lo presentamos en su día ante el gobierno municipal, como estábamos en precampaña nos prometieron el oro y el moro, pero por desidia, por ineptitud o por falta de ganas, a vosotros os dejaron sin el oro y a nosotros ni siquiera nos enseñaron al moro.
Hoy me he enterado que habéis estado en mi ciudad y que habéis pasado sin pena ni gloria y me siento triste y decepcionado, triste por no haberos recibido como sé que os merecíais, y profundamente decepcionado con el equipo de gobierno municipal por haber desaprovechado esta magnífica ocasión de devolveros un reconocimiento por el esfuerzo que, sin pedir, ni recibir nada a cambio realizasteis. Desengañado porque con su silencio nos ha privado de la ocasión de devolveros un poco del cariño que en su día nos disteis, y desengañado porque una vez más con su apatía han dejado pasar una ocasión para que la Isla se convierta en una Isla Viva.








































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