Ya hace tiempo que lo pienso

Ya hace tiempo que lo pienso: Hace tiempo que lo pienso y lo repienso, pero todavía no le encuentro sentido: tenemos una ciudad llena de historia, y nadie mira a su pasado, las instituciones, por no repasar sus anteriores actuaciones, caen una y otra vez en los mismos errores; las entidades y asociaciones, que , por no estar atentos a las formas en que por uno y otros fuimos tratados, no son capaces de aprovechar los tiempos que corren, los ciudadanos, por no revisar su tradición, caen en un soporífero pasar los días, votando una y otra vez a los mismos, con la esperanza de que quien ya lo hizo mal, no sepa hacerlo peor. Hace tiempo que lo pienso y lo repienso, pero todavía no le encuentro sentido: tenemos una ciudad rodeada de un parque natural de valor indescriptible, entre otras cosas porque nadie se ha atrevido a ponerlo en valor, y en lugar de aprovechar sus ventajas, permitimos que nos ahogue. Hace tiempo que lo pienso y lo repienso, pero todavía no le encuentro sentido: tenemos una playa en un entorno paradisiaco, prácticamente virgen y en lugar de cuidarla y mantenerla limpia y en su estado natural, la ensuciamos y la destrozamos, lo cual al margen de la estupidez de quien lo hace y lo permite ES DELITO y nuestras autoridades, y sus agentes, miran para otro lado. Hace tiempo que lo pienso y lo repienso, pero todavía no le encuentro sentido: tenemos una increíble colección de artistas cañaíllas, cantaores y cantantes (los menos), bailaores y bailarines (también los menos), actores, escritores, dibujantes, pintores… y se tienen que ir de la Isla porque aquí, cuando no le hacemos caso, los criticamos, los minusvaloramos y nos ponemos claramente en su contra por aquellas declaraciones que hizo o por aquella causa que no apoyó. Hace tiempo que lo pienso y lo repienso, pero todavía no le encuentro sentido: tenemos una cultura gastronómica única en el mundo, con bares y restaurantes famosos en todo el mundo, aunque no estén incluidos en ninguna guía de combustibles, tenemos locales referentes nacionales, por donde lo más granado de los artistas españoles se reúnen, a veces solo para degustar sus productos y otras, ya que estamos, para manifestar su arte… y los cañaíllas no sabemos ni dónde están esos bares. Hace tiempo que lo pienso y lo repienso, pero todavía no le encuentro sentido: tenemos lugares de ensueño, paisajes dignos de figurar en las mejores postales, entornos de belleza única e irrepetible y los destrozamos construyendo unas torres de un millón de pisos, que caben en ese marco como dos pistolas en la cadera del Cristo del Perdón. Hace tiempo que lo pienso y lo repienso, pero todavía no le encuentro sentido: tenemos unos lugares históricos contra los que el mejor ejército del siglo XIX se estrelló y dejo los dientes, nos gastamos un montón de dinero público en restaurarlos… y nunca se han abierto a ese público que lo financió. Hace tiempo que lo pienso y lo repienso, pero todavía no le encuentro sentido: tenemos historia, paisajes, edificios, monumentos, playas, parque natural, artistas, gastronomía… y ni comemos ni dejamos comer. No lo entiendo, ni lo entenderé en la vida, somos casi un centenar de miles de cañaíllas, que miramos a nuestros vecinos con envidia por lo bien que venden lo suyo, y no nos damos cuenta de que lo nuestro tiene al menos tanto valor como lo suyo. No lo entiendo, ni lo entenderé en la vida, solo con que cada uno valoráramos una de estas nuestras cosas estaríamos en todos los libros, nos faltarían plazas de hotel para albergar tanto visitante, no habría mesas en los bares para dar de comer a tanto invitado, no tendríamos butacas para poder acoger tanta demanda de espectáculos… Por eso hace tiempo que lo pienso y lo repienso, pero todavía no le encuentro sentido: tenemos lo que hay que tener… pero o no lo sabemos o no queremos saber que lo tenemos.

La Isla, a 18 de julio de 2014