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Son las Cuatro de la Tarde

  • laotracaradelaisla
  • 26 abr 2014
  • 3 Min. de lectura

Son las cuatro de la tarde…

Son las cuatro de la tarde y las puertas de mi Templo se abren, la Cruz de guía de mi Hermandad comienza su peregrinar por las calles de la Isla.

Son las cuatro de la tarde, mi Cristo del Perdón inicia su desfile procesional desde mi barrio en dirección a la Isla.Son las cuatro de la tarde y la Isla sale a la calle a recibir a mi Cristo.

Son las cuatro de la tarde y el Estandarte de mi cofradía luce en todo su esplendor mostrando al pueblo su mensaje: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.

Y es verdad que esos isleños que a las cuatro de la tarde salen al camino para acompañar a mi Cristo por las calles, saben lo que hacen. Si lo supieran no tendrían perdón de Dios, si supieran que con su desidia, con su abandono, con su “ya habrá alguien que lo haga”, con su “no podemos hacer nada”, con su “la Isla siempre estuvo así”… si supieran que con esta actitud la Isla se nos muere, y que una vez muerta, nada podremos hacer para resucitarla. Seguro que si lo supieran no lo dirían.

Perdónalos porque no saben lo que hacen, porque si lo supieran no habría sombra que cobijarlos quisiera, si supieran que solo con un pequeño esfuerzo, una mínima muestra de compromiso con su ciudad, con su gente y con su historia la Isla daría un salto de calidad, un salto vital que la impulsaría hasta la vanguardia social, económica y cultural en el entorno de la Bahía. Seguro que si lo supieran lo harían.

Perdónalos porque no saben lo que hacen, porque si lo supieran no habría justicia humana ni divina que perdonarlos pudiera, si supieran que solo con ponerse en pie y con paso decidido decir “aquí estoy yo, cuenta conmigo”, la Isla pasaría en un momento de la Historia al futuro pasando por la casilla de salida. Seguro que si lo supieran lo darían.

Perdónalos porque no saben lo que hacen, porque si lo supieran no habría lugar en el mundo para esconder sus vergüenzas, si los cañaillas supieran que si cada uno de los cerca de cien mil isleños dijéramos “BASTA YA” no habría fuerza en el mundo que pudiera parar esta marea, no habría institución que se opusiera a sus planes, no habría partido que no quisiera sumarse a sus proyectos. Si lo supieran seguro que lo gritarían.

Perdónalos porque no saben lo que hacen, porque si lo supieran no haría falta que escribiera esto, pero cuando lo escribo ya les estoy diciendo a los cañaillas lo que siento, ya no pueden decirme que no saben lo que hacen, porque ya lo saben y si lo hacen sabiendo lo que hacen ya no tienen escusa, ya el lema de mi hermandad no puede ampararles, nadie puede perdonarles.

Son las cuatro de la tarde y mi Cristo del Perdón recorre las calles de la Isla deseando decir a sus paisanos: “Que sí, que si que podemos”, que si queremos entre todos haremos de esta nuestra Isla la locomotora que mueva todo el entramado social, económico y cultural de la Bahía, que si entre todos nos esforzamos lo conseguiremos, pero que si la dejamos caer, la Isla se nos va a morir, y que una vez muerta no habrá quien la levante.

Son las cuatro de la tarde, mi Cristo del Perdón ya está en la calle, deseando perdonarnos porque no sabemos lo que hacemos..., pero cuidado porque ya sí que lo sabemos.

La Isla, a 25 de abril de 2014

José María Cantero Gacía

 
 
 

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