El esquema de funcionamiento de un molino de mareas consiste, en dividir un caño de agua en dos mitades separadas por medio de portones, durante la pleamar se abren las compuertas y el agua llena el depósito o caldera, en el momento de la bajamar, se abren las compuertas y el agua se deja escapar a través de un sifón a un hueco en el que se encontraba una rueda provista de palas  el movimiento de esta se transmite a través de un eje a una piedra de moler movil situada sobre otra fija, el grano se introduce a través de un orificio central de la primera y una vez molido por abrasión entre ambas, se expulsa por acción de la fuerza centrífuga.

 

    Los primeros datos que conocemos sobre un molino de mareas se sitúan en la ciudad de Dover en Inglaterra, a mitad del siglo XI sin embargo hasta la Bahía no llegaron hasta finales del siglo XIV, principios del XV.

 

  En su día los Molinos de Mareas fueron considerados todo un símbolo de prestigio y de avance científico, constituyeron una fuente de actividad económica, formaron el entramado de una industria activa y muy viva en la Bahía de Cádiz,  en las proximidades de La Isla, encontramos el Molino del Zaporito, hace poco restaurado, el de Rio Arillo, el más grande de todos que constaba de 12 piedras molturadoras, el del Caño Herrera del que tan solo se conserva la presa y tiene como singularidad ser el único cuya caldera es artificial y trazada a cordel, el de Roqueta, de Santibañez o de la Merced, por haber pertenecido a la orden de los Mercedarios y el más importante de todos ellos, conocido como Molino Grande, de Estupiñan, de Chaves o de San José.

 

    Ya a finales del siglo XVI hay constancia de su existencia siendo su primer propietario el Capitán de Navio D. Bartolomé de Villavicencio. En el tercer tercio del siglo XIX ya pertenece alos actuales dueños, los Herederos de D. Francisco Lobo, con uno de ellos, mi amigo José Miguel (Chiqui) Lobo, y nuestra pandilla de la Alameda hemos pasado sobre sus piedras muchas tardes de gutarra y de canciones , hemos organizado paellas, y participado en jornadas de despesque cuando aun estando ya el molino en desuso, el estero estaba en todo su explendor. Hoy, viendo el estado en que se encuentra, no puede uno si no añorar aquellas tardes, aquellos amigos, aquellos ratos de perdida juventud. 

 

    El molino Chaves detaca sobre todos los de su entorno por dos constucciones que lo hacen verdaderamente singular, la primera de ellas es la existencia entre sus instalaciones de una capilla tuvo rango de Oratorio Público de ella tan solo queda el vano de la puerta, identificable por una cruz latina labrada en el dintel de la misma. Otra de las instalaciones singulares que denotan la importancia del molino durante los siglos XVII al XIX es el amplio embarcadero tallado en piedra ostionera al que amarraban los Candrays, barcos panzudos, de vela, poco calado y dos proas para evitar tener que maniobrar entre los estrechos caños y que transportaban el grano y diversos materiales entre el molino y los buques surtos en la Bahía.

 

    La fachada principal del molino presenta las características típicas de las casas barrocas de la época, en ella encontramos tres puertas de acceso, la de la capilla como hemos dicho, identificable por la cruz labrada en el dintel, la principal en el centro y a la derecha la que probablemente fuera la de entrada a las oficinas del recinto.

 

   El estado de la fachada, como el de todo el conjunto es penoso, está completamente en ruinas, los dueños en un vano intento de proteger su propiedad tapiaron las puertas, aun la de las oficinas permanece clausurada, pero la administración declaró la zona como sujeta a "derecho de paso" y obligó a los dueños a abrir esos vanos con esta apertura toda la parte superior del dintel de la puerta principal se nos vino abajo, de todas formas, aunque la acción emprendida por los propietarios no consiguió impedir el paso, su acción al menos sirvió para que en la caída los ladrillos hicieran de colchón e impidieran que los sillares se destruyeran por completo, de esta forma si algún día alguien tomara la decisión de recuperar este valioso enclave, facilitaría su recuperación.

 

    Ya en el interior nos encontramos con la presa, atravesada por nueve Cárcavos finamente tallados, podemos observar los goznes de la Compuerta Molinera, los saetines cada uno de ellos con unos surcos tallados en la piedra por donde corrían las compuertas que evitaban que el agua acumulada en la caldera durante la creciente, se escapara en la bajante.

 

    Una vez que la marea había bajado suficientemente, se abrían las compuertas y el agua a gran presión pasaba a la cuba o cubo de Regolfo donde se encontraba el Rodezno que giraba impulsada por el agua y a través del eje o árbol transmitía su movimiento a una rueda Volandera  situada encima de otra fija llamada Solera. El grano se introducía por medio de la tolva a través de un orificio practicado en la volandera y era molido por abrasión entre ambas piedras, el conjunto se cubría con un guardapolvo de madera para evitar que el grano saliera despedido en todas direcciones y se recogía a través de un conducto practicado al efecto en el harinero. Tambien encontraremos los Volteadores, unos caballetes donde el molinero colocaría las piedras para restablecer los rayotes de las Piedras.Entre las distintas instalaciones del Molino de Estupiñán podemos encontrar un pozo, una alberca y los restos de dos estancias, seguramente las que contuvieron las habitaciones del molinero, almacenes y un horno de pan, (Seguramente en el se hornearía el "Bizcocho Náutico" del que nos habla Miguel Ángel López Moreno)

 

    Otra de las maravillas que contiene el molino es un grupo de seis tinajas dedicadas a almacenar agua de lluvia, esta es una instalación típica de todas las casas salineras del entorno, es el elevado número de ellas lo que hace singular las del molino, eso vuelve a darnos idea de la importancia del molino. Mi amigo José Miguel (CHIQUI) me contaba que una vez que la administración del Parque Natural obligó a los dueños a abrir el paso al molino, para hacer frente a la citada servidumbre de paso contempló con horror como un grupo de adolescentes, se coló un día en el recinto y se dedicó a destrozarlas a pedradas.

   

  Deberíamos concluir nuestra visita admirando las vistas que desde esta explanada podemos disfrutar, al fondo, hacia el noreste San Fernando y dos de sus más emblemáticos lugares, el Observatorio de Marina, símbolo de erudición y estudio, y la Torre Alta, parte de un sistema de vigilancia y alerta ante los ataques enemigos, al sur Torregorda y el molino de Rio Arillo, otro de los grandes ingenios realizados para aprovechar la fuerza de las mareas, hacia el oeste Cádiz, con el Pirulí de Telefónica y el puente de la Constitución que un día cuando toda España era una Isla se redactó en nuestra ciudad

 

    Por último si dejamos correr nuestra mirada por estas ruinas, podremos imaginarnos el potencial que un día tuvo nuestra tierra para albergar un ingenio de estas caracteristicas. El estado de este lugar no es más que un signo del estado de abandono en el que se encuentra gran parte de nuestro Patrimonio, pero viendo las buenas condiciones en que aun se encuentran alguno de los elementos del molino, recordando la importancia que este tuvo en la Historia de nuestra ciudad, bien creemos que debe ser recuperado, conservado y puesto en Valor.